Estas en un parque con tu niño y un avión pasa volando por encima. Él se voltea hacia ti, te hala la manga, señala y dice ¡“Vion!” Te mira mientras tu sigues su dedo. Lo miras de vuelta abriendo los ojos y dices, “¡Yo también lo veo! Es un avión. Esta volando en el cielo.”
O, estas jugando con tu niño, los dos continuamente van y vienen de un lado para el otro, entre enfocarse en la actividad e interactuar el uno con el otro.
Estos son ejemplos de la atención conjunta (a veces llamada atención compartida o participación conjunta), un importante impulsador del desarrollo.
Démosle una mirada a cómo los expertos definen la atención conjunta, por qué es importante, y cómo puedes fomentarla en tu pequeño.
¿Qué es la atención conjunta?
La atención conjunta es cuando alguien usa la mirada, gestos, sonidos o palabras para llamar la atención de otra persona, seguido de que ambas personas se enfoquen en la misma cosa mientras también interactúan el uno con el otro. Para los pequeños, tanto el iniciar la atención conjunta como el responder al ofrecimiento de ésta por parte de otros, son fundamentales para el desarrollo.
La atención conjunta empieza a surgir alrededor de los 9 meses de edad, aunque sus fundamentos empiezan en la infancia temprana cuando los bebés interactúan con los padres y cuidadores por medio del contacto visual, los sonidos y las sonrisas.
¿Por qué es importante la atención conjunta?
La atención conjunta apoya el desarrollo de varias maneras, incluyendo:
Habilidades sociales – Las habilidades sociales involucradas en la atención conjunta (iniciación, responder a la iniciación por parte de otros, mantener interacciones en los dos sentidos, etc.) son integrales para la comunicación, las relaciones, el aprendizaje y la colaboración.
Habilidades de lenguaje-. Los estudios muestran que la atención conjunta está vinculada a la adquisición del lenguaje. Durante la atención conjunta, los niños tienen amplias oportunidades para no solo observar el lenguaje, sino también para practicar su uso. Este estudio examinó las consecuencias de la atención conjunta interrumpida en el aprendizaje del lenguaje. Los investigadores pusieron a madres a enseñar a sus niños pequeños dos palabras nuevas en dos situaciones diferentes: En una, su atención conjunta no fue interrumpida, y en la otra, fue interrumpida por las madres contestando una llamada en su celular. Cuando la atención conjunta no fue interrumpida, los niños aprendieron las palabras. Cuando sí lo fue, no las aprendieron. En ambas situaciones, oyeron las palabras nuevas la misma cantidad de veces, lo cual sugiere que la atención conjunta fue el principal impulsor del aprendizaje.
Habilidades de atención – La atención conjunta ayuda a los pequeños a aprender a mantenerse enfocados, al igual que a cambiar la atención de un lado al otro entre dos cosas. Los estudios han encontrado que los periodos de atención de los niños sufren cuando la atención conjunta es interrumpida por que los padres se distraen mirando otras cosas durante la hora de juego.
El aprendizaje en general – En este estudio los investigadores le presentaron brevemente a los niños dos juguetes, uno con el apoyo de la atención conjunta y otro sin ésta. Después grabaron las ondas cerebrales para analizar la respuesta de los niños al ver los juguetes otra vez, y descubrieron que les eran más familiares los juguetes que les presentaron en el escenario de atención conjunta. Aún más, cuando les presentaron los juguetes que habían visto sin la atención conjunta, los niños miraban al examinador repetidamente, lo cual sugiere que estaban buscando la colaboración del adulto para aprender sobre el juguete.
Lo que esto significa para ti
Como padre o cuidador, la atención conjunta (bien sea responder a la que tu niño inicie o a la que inicies tú) es una herramienta de enseñanza muy poderosa. Acá tenemos algunos consejos para maximizarla:
Responder de manera significativa a las señales para interactuar de tu niño. Puede ser tentador decir “ajá” cuando tu niño te hala la manga cuando están alistando la cena, para mostrarte un juguete, pero el parar así sea por unos segundos para agacharse e interactuar con él es valioso.
Separa un tiempo libre de distracción para hacer actividades de BabySparks o para participar en juego libre con tu niño. Para las actividades de BabySparks, mira el video de instrucciones antes de empezar a jugar (los hemos hecho cortos y fáciles de seguir) y después declara la hora del juego una zona de no tiempo frente a la pantalla.
Conéctate al ponerte en el nivel del niño haciendo contacto visual, usando palabras y lenguaje no verbal (incluyendo gestos como señalar).
¡Diviértete! Un poco de entusiasmo puede ser de gran ayuda para animar y mantener la atención conjunta.
Una cosa para recordar es que los pequeños deben empezar a participar en la atención conjunta alrededor de los 9 meses de edad y ésta debe estar bien establecida hacia los 18 meses. La falta de iniciación o de respuesta a la oferta de atención conjunta podría ser una señal de alerta en el desarrollo. Si te preocupa esto, revisa con tu pediatra, un terapista pediátrico de lenguaje o terapista ocupacional para orientarte.